waiting for a warbler {Privado}

Blaine sonrió para sus adentros cuando Jeff le devolvió el abrazo con la misma alegría y calidez con que él lo había abrazado primero. La fraternidad y las muestras de cariño eran constantes en la relación de los Warblers. No por nada Blaine los había extrañado tanto a todos.

Sonrió feliz cuando escuchó la carcajada de su rubio amigo. Extrañaba aquella risa que colaba hondo. Se divirtió también cuando Jeff intentó desordenarle el cabello. – Pierdes tu tiempo – Dijo divertido, al ver que Jeff no lograba despeinarlo. – Aunque quizás el estilo despeinado me asiente más que este todo engominado. – Guiñó un ojo divertido, mientras se encogía de hombros.

En eso, Blaine frunció el seño cuando el rubio mencionó aquel incidente. Negó con la cabeza. Porque no quería que ni Jeff ni ningún otro le diera vueltas al asunto. Ya no había porque hablar de aquello, eso era cosa del pasado.

- ¿Cómo que no regresaría a Dalton? Bah! No concebiría graduarme en otra parte… aquí están mis amigos, mi familia. – Concluyó posando su mano en el hombro de Jeff.- Pero cuéntame ¿Cómo has estado? ¿Si me extrañaste verdad? – y diciendo aquello Blaine esbozó una gran sonrisa.

Se encogió de hombros. - Creo que ninguno de nosotros te habría culpado si lo hubieras hecho... - Sintió el peso reconfortante de la mano de Blaine sobre su hombro y se dio cuenta de lo mucho que había extrañado a su amigo.

Soltó un ligero bufido cuando escuchó su pregunta. - Me ofende tu pregunta, Hobbit, - le respondió bromeando. - Pero sí, claro que te extrañé. Después de todo, no tenía a nadie más a quien pudiera despertar de madrugada para jugar un videojuego antes de ir a clase o a quien pudiera ponerle veinte apodos diferentes en un solo día... o a quien pudiera robarle su comida cuando no prestara atención - esa última frase la dijo casi en un susurro, esperando que Blaine no lo escuchara y se lo tomara como broma.

- Yo... hay algo que quiero decirte antes de que todo regrese a ser como antes. Sé que no te gusta que le de vueltas a las cosas, pero mi conciencia no me deja en paz. Podría decir lo mismo de los demás chicos en los Warblers. - Se mordió el labio. Sabía lo que tenía que decir, pero simplemente no sabía como decirlo. No era particularmente bueno para esta clase de cosas, le costaba decirle a los demás lo que pensaba.

Sin pensarlo dos veces, se acercó a Blaine y lo abrazó con fuerza. Necesitaba sentirlo para poder decirle lo que había estado pensando los últimos días. - Blaine, yo... lo siento tanto. - Le temblaba la voz, y quería decirle todo lo que pensaba, pero sentía un nudo en la garganta que no lo dejaba hablar. Sin soltarlo, continuó. - Quisiera hablar por todos los chicos, pero supongo que sólo puedo hacerlo por mi mismo. - Se alejó ligeramente de él, lo suficiente para verlo a los ojos. - Quiero pedirte una disculpa por... por todo, Blaine. Por lo del slushie, por no haber ido a visitarte cuando te hicieron la cirugía... por todo. Eres uno de mis mejores y amigos y odiaría que las cosas entre nosotros cambiaran por lo que sucedió. - Pasó saliva. Poco a poco comenzaba a relajarse. - En mi... no, en nuestra defensa quisiera decir que ninguno tenía ni idea de que slushie tenía sal, pero eso no nos hace menos culpables por lo que sucedió. - Hizo una pequeña pausa, aún mirándolo a los ojos antes de abrazarlo de nuevo. - Sólo espero que nos puedas perdonar algún día, Hobbit.

Blaine sonrió conmovido. Negó con la cabeza. Una de las razones por la cual había regresado era su quiebre con Kurt, pero sobretodo porque sabía que los Warblers sabrían hacerlo sentir mejor. Además, nada se compararía a graduarse con sus mejores amigos.

Blaine rió cuando escuchó las razones de porqué Jeff lo había extrañado. Rodó los ojos, habían un par de razones que siempre lo habían exasperado un poco. – Dios, verdad… olvidé que eres peor que una alarma… pero será divertido volver a jugar video juegos de muy temprano. Hace tiempo que no te doy paliza en una partida. – Bromeó con complicidad. – Pero te lo advierto Jeff, deja de intentar robarme la comida. – concluyó alzando una ceja de forma desafiante, aunque le seguía el juego a Jeff y todo era en son de broma.

Notó como Jeff se mordió el labio. Y de pronto el sentido de la conversación cambió rotundamente. Y dijo todas aquellas cosas acerca de su conciencia, la de los Warblers y todo lo que conllevó el incidente del slushie. Intentó detenerlo, pero Jeff contunuó. Y Blaine sabia que debía de estarle costando, ya que Jeff no era muy bueno en eso, entonces lo dejó y agradeció aquel gesto tan digno de su amigo.

Sintió la voz de su amigo temblar y eso le provocó un escalofrío. Más en ningún momento dejó de escucharlo tranquilo y conmovido. Sintió el abrazo de su compañero y aquello le hizo estremecer. Ahí, en los brazos del rubio, Blaine tomó aire profundamente. – Jeff… - Suspiró. – No pasa nada… está bien si te quieres disculpar, y yo te perdonaría… pero… la verdad es que ¡Olvídalo! ¿Si? Ya todo eso quedó atrás… y yo solo quiero recuperar nuestra amistad, nuestra rutina, contigo… con todos. - Se separó de Jeff y lo sostuvo de los hombros para mirarlo a la cara. – De verdad, si quieres que te perdone, Okay… lo hago… - sonrió de medio lado. – pero prefiero mil veces que todo sea como antes y dejar este tipo de diálogos con disculpas y arrepentimientos.

Volvió a sacudirle el cabello, para romper la tensión del ambiente. – Dios, deja de ser tan alto. – Lo miró de arriba abajo. - Y bueno, ¿Qué hacemos ahora? Podríamos buscar un lugar más cómodo para conversar, ¿Cómo están los ensayos? ¿y tu… que tal, soltero, enamorado…? ¡Vamos, ponedme al día!

Ahora que lo había dicho todo se sentía más tranquilo. Y el hecho de que Blaine fuera tan... bueno, tan Blaine, lo reconfortaba. Pero tenía razón. No tenían que estar desperdiciar el tiempo en interminables disculpas ahora que él estaba de regreso. Si bien, aún les quedaba otro año juntos en Dalton, debían aprovechar ese tiempo al máximo. - Gracias, Blaine - le sonrió abiertamente.

Cuando volvió a revolverle el cabello no hizo ningún ademán para hacerle lo mismo a él. - Si no fuera así de alto, no podría llamarte Hobbit, Hobbit - contestó con una risita. - Además, ¿quién crees que alcanzaría por ti las cosas de los estantes de arriba si yo no fuera tan alto? - bromeó. Sentía el ambiente más relajado y eso lo puso de mejor humor. - Pues, aprovechando que ya no hay clases, podríamos ir afuera al jardín. Las clases estuvieron horribles y necesito algo de aire - hizo una pequeña pausa antes de continuar.

- No ha pasado gran cosa... Bueno, ya sabes que Sebastian se autonombró parte del consejo, pero él es el único que toma las decisiones... Pero parece que vamos a tener a un profesor como asesor, así que espero que las cosas cambien un poco... - le contó mientras se dirigía a la puerta que conectaba el edificio con el jardín. - Y sobre lo otro... - quería contarle todo a Blaine, pero ni siquiera él mismo estaba seguro de las cosas que estaban sucediendo en su vida.

- ¡Oye! - Alegó Blaine de broma. - Está bien. Si tanto te molesta alcanzarme las cosas de las gavetas altas, entonces llevaré un banquito conmigo a todos lados. - Concluyó cruzándose de brazos haciéndose en ofendido.

Sonrió soltando una pequeña risotada. Con Jeff siempre se había sentido a gusto. Estaba contento de que por fin todo estuviese volviendo a su normalidad.

Asintió la invitación del rubio para ir al jardín. - Vamos a fuera entonces - Se explicó invitando a su compañero a bajar las escaleras.

-Mmm... - se mordisqueó el labio inferior. - Verdad, se me había olvidado Sebastian. - No lo veía desde aquella vez en el café, cuando se disculpó con ellos (los del club glee) debido a lo afectado que se encontraba por lo del intento de suicidio de Karofsky. - Tengo asuntos pendientes con Seb... y sí, ya supe de primera fuente lo del asesor. Será un gran aporte para nosotros.

Salieron por la puerta que daba hacia el exterior. Notó que Jeff algo se estaba guardando. Insistió. - Si, sobre lo otro... ¿Cómo estás?

Se rió ante la ocurrencia de Blaine. No pudo evitar imaginarse a Blaine yendo de un lado para otro en Dalton con su mochila y un banquito atado a ella. - Si empiezas a hacer eso, avísame. Me encantaría tomarte una foto y enviársela a Cooper, sé que se reiría conmigo de tu desgracia, Hobbit - bromeó.

Se tensó ligeramente al escuchar el nombre de Sebastian. No pudo evitarlo. - ¿De primera mano? - le preguntó con una sonrisa. - Eso significa, entonces que ya conociste al nuevo profesor. ¿Apoco no es genial? No parece un mal tipo y sus clases de Historia, y no te burles de mi por decir esto, son hasta... divertidas. - Ni siquiera él se creía lo que acababa de decir. La Historia nunca había sido su fuerte y desde que estaba en la primaria odiaba la materia.

Al salir sintió el aire fresco y los rayos del sol. Se estiró lo más que pudo antes de detenerse en seco al escuchar a Blaine. - Estoy... bien, supongo - soltó un suspiro.

Todo en su cabeza era complicado pero suponía que quizá al contarle a alguien más las cosas podrían comenzar a tener algo de sentido. - Yo, um... - suspiró de nuevo - descubrí que también me gustan los chicos - respondió finalmente con un asentimiento de cabeza. - Aunque no tanto como 'descubrir'. O sí, no sé. Fue... algo extraño. Supongo que ya tenía ciertas 'sospechas' o como quieras llamarlo - soltó una risita nerviosa. - ¿Sabes? Eres la tercer persona a quien le digo esto. - Pasó saliva y continuó. - Y en el amor... ya te contaré después, es un tanto... complicado - se rió - y no creo que una tarde completa nos alcance para platicarte - se pasó los dedos por el cabello.

Blaine rió con Jeff. Y aunque sabía que Cooper conocía a sus compañeros de Dalton, no sabía que tanta confianza podría haber entre Jeff y Coop como para que Jeff tuviese su número. Lo miró sonriendo, pero no le pregunto al respecto.

Blaine asintió cuando comenzaron a hablar de Alek, el profesor de Historia, con quién el estaba haciendo amistad. - Si, Alek es genial. - El estaba autorizado para llamarle por su nombre. - Un tipo muy interesante, y aunque aún no he ido a su clase, me imagino que debe ser tan interesante como él. ¿Pero que tan divertida? no lo sé - Blaine se encogió de hombros, y bufó. Al igual que Jeff, no era amante de la historia. Sacó la lengua como haciendo un gesto de desprecio.

Salieron afuera. Hacia fresco y soleado. Bastante agradable, caminaron un poco hasta que Jeff soltó un suspiró para confesarle que... ¿Era gay?

Blaine parpadeó un par de veces sorprendido. Pero intentó no ser irrespetuoso y aunque tenía un montón de preguntas en su cabeza para su compañero, lo escuchó con atención hasta que terminó de hablar.

- Agradezco que me lo hayas contado - Dijo golpeándole el hombro a Jeff con el suyo propio. Se sentó en la escalinata que llevaba al jardín. Golpeó el suelo con la palma para que Jeff se sentara a su lado. - Jeff... - Tomó aire. - Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea... digo, si tienes alguna duda, o quieres hablar de algo que no te atrevas, cualquier cosa... - Rió divertido - ya llevo más tiempo en "escena" que tú - concluyó guiñándole un ojo, y aunque parecía un comentario gracioso, era cierto, el tenía sin dudas más experiencia que Jeff. El podría guiarlo o explicarle algunas cosas. - Pero vas a estar bien. - Sonrió con complicidad.

Blaine suspiró ante la mención del amor. La verdad el mismo no lo estaba pasando muy bien. - Si... al parecer el amor se está volviendo algo complicado. - Su mirada se desvió hacia los arboles. El mismo estaba solo ahora, y no sabía muy bien cual era el siguiente paso. Conocer a alguien, o esperar a que ese alguien llegue. - Pero si tu quieres hablar al respecto, sabes que siempre tendrás un oído atento en mi.